“En el medio del mar hay una isla, en esta isla hay una cueva y en la cueva está encerrado… ¡El Caballero Alejandro!
Éste Caballero fue capturado cuando navegaba por el ancho mar en un asalto sorpresa de el Malvado Ogro y su ayudante un pájaro muy peculiar al que le encantan las galletas de chocolate del Ogro.
El pájaro había mordido a Alejandro en la pierna durante el abordaje y esta herida le causaba mucho mal al Caballero, por ello, necesitaba urgentemente enviarle un mensaje a su amada, la Princesa Pashmina. El pajarraco estaba al servicio del Ogro pero, en el fondo, tenía algo de bondad, como se sentía mal por haber herido al Caballero, accedió a llevarle a la princesa el mensaje que decía: <<El Ogro está en el Charco>>.
Y así salió volando el pájaro surcando los cielos.
Al otro lado del mundo estaba la Princesa Pashmina, al recibir el mensaje hizo llamar a la Guardia Real que en aquellos momentos contaba sólo con el Capitán y un Soldado, el peor soldado del reino pero también el único. Ambos dos emprendieron raudos el camino a la Isla.
Mientras, apareció por la cueva un Médico Mágico que ayudó al Caballero Alejandro con la herida de su pierna, ya que según empeoraba hacía que Alejandro se convirtiera más y más en un pájaro. El Médico le dio un pañuelo mágico que, enrollado en su pierna, acabaría por curar la herida definitivamente pero no podía desanudarlo de la pierna hasta que estuviera completamente sano. Recuperadas las fuerzas, Alejandro consigue escapar de la cueva.
En medio del mar el Captián de la guardia y el Soldado luchan contra un monstruo marino… ah, no, no, lo que pasó es que se les hundía el barco por un millón de agujeros… no, no, no… ah, sí, lo que ocurrió es que el Malvado Ogro secuestró al Soldado y confundió al Capitán para que se fuera de regreso a casa. El Soldado, encerrado en la cueva, tiene un sueño en el que un hada le cuenta cuál es el punto débil del Ogro: Su Máscara, si consiguen quitársela, perderá todo su poder.
Así, al despertar, el Soldado corre en busca del Caballero Alejandro y juntos traman un plan infalible para derrotar al Malvado Ogro…
Con la ayuda de los niños y las niñas, hacen que el Ogro no pueda parar de reír y así, indefenso, le quitan la máscara. Así descubren que lo que realmente pasaba es que la gente se reía de él por llevar esa máscara tan horrenda y que, sin ella, podría hacer muchos amigos, sobre todo con esas galletas de chocolate que hace y que tanto le gustan al pajarraco.
Alejandro es por fin libre y corre en busca de la Princesa Pashmina, pero en el camino se le cae el pañuelo mágico y cuando llega ante ella comienza a convertirse en pájaro… Pashmina que no entiende qué pasa corre de un lado a otro intentando hallar la solución, hasta que, por fin, consigue descifrar las señas de su amado, recuperar el pañuelo y atárselo. Una vez recuperado los dos se funden en un largo beso de amor.
Y colorín colorado… Este Cuento Irrepetible se ha acabado.”
20 de Julio de 2012
Escuela Chiquitín-Olimpio