El cocodrilo Patitas era muy viajero, en uno de sus viajes se fue al Polo Norte. Para su sorpresa, todo aquello estaba encharcado porque se estaba deshaciendo.
Le preguntó a los pingüinos y le dijeron que últimamente no hacía tanto frío, pero que no sabían porqué. De todas maneras no les importaba porque les gustaba saltar en los charcos.
La razón de aquel calentamiento estaba a unos kilómetros de allí, en la cima de una colina estaba Hielo, que, curiosamente, no le gustaba el frío. En lugar de tener una explanada de hielo y nieve sino un campo de fútbol y un parque de atracciones. Para ello estaba siendo ayudado por su esbirro Escarcha, que había construido una gran lupa que, con la ayuda del sol, deshiciera el hielo.
Pero la lupa no era lo suficientemente grande para derretirlo todo, así que deciden poner una más grande.
Patitas merendó con los pingüinos sorbetes de muchos sabores: fresa, limón, menta… y se puso en marcha en busca del Gurú del Polo que todo lo sabe. Le encontró saliendo de su choza y a punto de irse, y no se quería parar ayudar a patitas porque decía malhumorado y de muy malas maneras que había quedado.
Entonces Patitas decidió usar su carisma, le cantó una canción que ensalzaba todo lo bueno que tenía el Gurú y a esté le encantó. Pero solo le dijo dos frases:
“Del hielo sale fuego”
“Entre pan y pan, pescado”
Era conocido que el Gurú hablaba siempre raro, y había gente que no le entendía. Pero para el oído entrenado de Patitas era claro que eran enigmas que había que resolver.
“Entre pan y pan, pescado” le sugirió que tenía que aprender a pescar en el hielo. Cuando Patitas pregunta donde venden pan, el Gurú solo sabe decir que en la cueva las gotas al caer hacen pan, pan, pan…
En otra parte del Polo, Escarcha estaba construyendo la segunda lupa, la acaba de recibir por mensajería y estaba intentando entender las istrucciones cuando se preguntó porqué Hielo quería acabar con el frío… y decidió que no iba a construir más la lupa, que lo que necesitaba Hielo es un jersey y se puso a tejerselo.
Cuando Patitas llegó a la cueva, se encontró a Conchita la gota cantarina, que le dijo que todo en la vida se resolvía con tres cosas: un vaso con agua, aclarar la voz y cantar un mi. Patitas tuvo que meterse por una pequeña rendija de la cueva donde había un viento muy fuerta y consiguió el vaso de la cueva. Con el vaso recogió gotas de la cueva y así tuvo agua. Se aclaró la garganta y cantó hasta afinar un perfecto mi.
Patitas se fue a la colina donde estaba la gran lupa, con sus gotas en el vaso. Allí estaba Hielo con Escarcha viendo donde irían sus campos de futbol. Las gotas y Patitas cantaron un perfecto miiiiii y ¡crash! la lupa se rompió en mil pedazos.
Hielo se puso muy triste porque no conseguiría su sueño, entonces Patitas dijo “¿Alguien sabe que significa “Del hielo sale fuego”? y Escarcha lo tuvo claro, Hielo necesitaba un abrazo calentito que le reconfortara. Cuando le abrazó, Hielo sintió que ya no tenía más frío y que de dentro le salía un amor profundo por sus amigos.
Y juntos Hielo, Escarcha y Patitas desde entonces juegan al futbol en las praderas de nieve.
Y colorín colorado… este cuento irrepetible se ha acabado
26 mayo 2018 – Teatros Luchana